¿Sabías que el estrés puede provocar síntomas físicos como fatiga, dolor de cabeza, malestar estomacal y síntomas psicológicos como irritabilidad y nerviosismo? ¿Te gustaría saber cómo manejar tu estrés de manera más efectiva?
En este blog, compartiré contigo seis recomendaciones para manejar tu estrés de manera muy simple.
Según la Asociación Estadounidense de Psicología y el Instituto Estadounidense del Estrés, las principales causas de estrés en los Estados Unidos son la presión laboral y el dinero.
Además, el 77% de las personas experimenta síntomas físicos causados por el estrés, mientras que el 73% experimenta síntomas psicológicos por la misma razón.
Pero, ¿qué es el estrés?
Podemos ver el estrés desde dos perspectivas. La primera, son eventos que anhelamos, como una promoción laboral, un concierto o una cita romántica.
Por lo general, antes de estos eventos, sentimos un cúmulo de emociones y reacciones corporales clasificadas como beneficiosas porque no interfieren con nuestro funcionamiento diario.
La segunda forma de estrés se caracteriza por eventos que categorizamos como catastróficos en nuestras vidas.
Por ejemplo, un divorcio, ser despido del trabajo, la mala economía, la pérdida de un ser querido, desastres naturales, etc.
Estas situaciones se clasifican como desfavorables ya que esos acontecimientos tienden a interferir con nuestro desenvolvimiento diario.
En otras palabras, el estrés es la forma en que tu mente y cuerpo responden a los eventos y presiones de la vida diaria.
Definir si el estrés es bueno o malo depende de cómo percibas estos eventos y cómo tus emociones afectan tu funcionamiento diario.
A continuación, describo las formas de reconocer el estrés:
- Pálpitos del corazón
- Nerviosismo
- Insomnio
- Dificultad para concentrarse
- Fatiga
- Depresión
- Indigestión o malestar estomacal
- Pesadillas ocasionales
- Tensión muscular
- Irritabilidad
- Cambio en el deseo sexual
- Rechinar de dientes
- Falta de energía
Aquí hay seis formas de manejar el estrés:
- Ducha caliente o tibia: después de un largo día de trabajo, toma un baño o una ducha caliente durante al menos 15 minutos mientras visualizas tu cuerpo relajándose.
- Descansa lo suficiente: trata de descansar lo suficiente porque el insomnio o la falta de sueño afectarán tu salud mental y física. Cuando dormimos menos de 7 a 8 horas, es más probable que nos sintamos cansados e irritables.
- Relajación muscular: al final de la jornada laboral o cuando te sientas más estresado, intenta practicar la relajación corporal o muscular. Tarda aproximadamente 15 minutos y se lo realiza de forma progresiva, comenzando desde los pies y ascendiendo hasta la cabeza.
- Internalización: no internalices tus problemas. En otras palabras, ¿podrías no guardártelos para ti? Si tienes un sistema familiar formado por amigos y familiares, acude a ellos y comparte tus situaciones o inquietudes.
- Considera cambiar tu perspectiva: Epicteto, el filósofo griego, enseñó que los hombres no se afligen por los eventos que suceden a su alrededor, sino por la forma en que los hombres perciben esos eventos. Esto significa que nuestras percepciones de las situaciones que ocurren en nuestras vidas provocan que nuestras emociones sean saludables o no.
- Busca ayuda profesional: cuando sientas que has practicado las técnicas mencionadas anteriormente y no te han dado el resultado esperado, considera buscar ayuda profesional.
Puedes hablar con tu médico de cabecera, un sacerdote o pastor, o un profesional capacitado como un psicoterapeuta. Si quieres saber más sobre los beneficios de la psicoterapia, léelos aquí.
El aspecto más importante sobre este blog es recordar que no todo el estrés es negativo.
Lo que importa aquí es la forma en que percibimos los eventos que suceden a nuestro alrededor.
Espero que este blog te haya sido de ayuda. ¿Te importaría dejarme tu comentario y alguna estrategia que te haya sido de ayuda? Leeré todos sus comentarios y gracias por compartirlos.
